Demi Lovato despertó legalmente ciega en una unidad de terapia intensiva después de haber sufrido una sobredosis de drogas en julio de 2018 que casi la mató.
Tardó casi dos meses en recuperar la vista lo suficiente como para leer un libro y pasó el tiempo poniéndose al día con diez años de sueño, jugando juegos de mesa o dando una sola vuelta por la planta del hospital para hacer ejercicio.
Los puntos ciegos hacían casi imposible ver de frente, así que miraba su teléfono a través de su visión periférica y tecleaba utilizando notas de voz. “Fue interesante lo rápido que me adapté”, dijo en una entrevista reciente. “No me di tiempo para sentirme realmente triste por ello.