BUENOS AIRES — En lugar de decir “amigos”, algunos hispanohablantes usan “amigues”. En lugar de “todos”, algunos escriben “todxs”.
Y unos carteles que decían “bienvenidos”, ahora dicen “bienvenid@s”. Los cambios, que habían sido adoptados de manera informal por los profesores de las escuelas en Buenos Aires, fueron un esfuerzo deliberado por incluir a personas que no se identifican como hombres ni mujeres en un idioma en el que muchas palabras se clasifican como masculinas o femeninas.
En América Latina se está usando cada vez más un lenguaje neutral en cuanto al género, así como en otros idiomas, incluidos el inglés y el francés, por parte de partidarios que dicen que ayuda a crear una sociedad más incluyente.
Pero para algunos hispanohablantes, incluidos muchos académicos y políticos, los cambios degradan un idioma hablado por 500 millones de personas en todo el mundo.