Los informes impactaron a la Iglesia católica romana en rápida sucesión: los análisis de datos de celulares obtenidos por un blog católico conservador parecían mostrar que sacerdotes de múltiples niveles de la jerarquía católica, tanto en Estados Unidos como en el Vaticano, usaban Grindr, la aplicación de encuentros casuales entre personas de la comunidad gay.
El primer informe, publicado a fines del mes pasado, ocasionó la renuncia de monseñor Jeffrey Burrill, el ex secretario general de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.