Una versión actualizada del evangelio de san Juan podría recrear de esta manera la escena en que los fariseos ponen ante Jesús a una mujer adúltera: A la salida del templo, un grupo de cardenales y obispos se acercan al Señor.
Traen con ellos a un hombre joven. Uno de los clérigos encara a Jesús y le dice: “Este hombre vive con otro hombre, sin ocultar que son pareja”.
Otro sentencia: “Es un pervertido”. Jesús baja la cabeza, mira su celular y, lentamente, con su dedo, comienza a deslizar unas imágenes en la pequeña pantalla.
El acoso continúa: “Según nuestra doctrina —dice uno de los prelados—, este hombre vive en pecado, no puede ser bendecido”. Jesús sigue sin mirarlos. “¿Qué debemos hacer?”, pregunta otro, finalmente, con impaciencia..