Personas de todas las razas, edades, orientaciones sexuales e identidades de género salieron a las calles de la capital argentina para celebrar la diversidad durante la 33ª Marcha del Orgullo en Buenos Aires, que tuvo lugar el sábado 2 de noviembre.
Según los organizadores, cerca de dos millones de personas asistieron al evento. La alta participación fue una respuesta de la comunidad LGTBIQ+ argentina al gobierno anti-derechos de Javier Milei.
Durante su campaña electoral, Milei dejó claro que los derechos LGTBIQ+ no serían una prioridad en su gestión, un posicionamiento que fue recibido con rechazo por la comunidad, considerando que Argentina es uno de los países con la legislación más avanzada en materia de derechos LGTBIQ+ y derechos humanos a nivel internacional.
En muchas de las pancartas llevadas por los asistentes se podía leer “¡Viva el sexo gay!”, una provocación en respuesta a una publicación de Javier Milei en redes sociales donde afirmaba que “mucho sexo gay” fomenta la “panacea progre”.